NO-AGE es un tratamiento protector, diseñado para sistemas instalados en zonas altamente oxidantes (ubicaciones cerca del mar, lugares fuertemente contaminados), donde la sal y la lluvia ácida reducen sensiblemente la vida de un condensador.
Una vez limpiado el condensador con un limpiador ácido o alcalino, se aconseja rociar NO-AGE directamente sobre lo mismo: esta solución genera un microfilm que no limita el intercambio de calor, sino reduce la habilidad de la suciedad (como la sal o el smog) de aferrarse a las superficies, protegiendo los metales gracias a una barrera anticorrosión.